sábado, 2 de febrero de 2008

Maldita muela


Eran las seis de la mañana, creo que habré dormido unos 30 minutos en toda la noche el resto del tiempo estuve sufriendo por un maldito dolor de muelas, si, aunque no lo crean todavía en los inicios del siglo XXI hay personas que sufren ese tipo de cosas y es algo que espero nunca pasen. A pesar de haberme tomado un montón de analgésicos el dolor no cesaba era tormentoso. Además probé con un poco de wisky, creo que gracias a eso pude dormir la media hora y no porque me quitara el dolor sino por lo mucho que bebí.
Ya levantado llame al centro medico para una hora con el dentista, suerte había una hora disponible a las 11:00 de la mañana. Lo más fácil habría sido sacármela de urgencia, pero no quería perder un diente más, así que estaba dispuesto a gastar un poco más y que me la arreglaran, y ustedes saben cuanto cobran esos malditos.
Con un poco mas de animo y todavía mareado por el wisky partí, pero parece que esta maldita muela despertó de la borrachera y empezó a punzar como una condenada el dolor era terrible, partía en la muela se ramificaba en la mandíbula me tomaba el oído parte de la cabeza era insoportable. tome el metro que para variar iba repleto, me afirme del pasamanos y empecé a tratar de concentrarme para controlar el dolor, estaba en eso cuando un viejo me pega un estrellón para pasar por detrás de mi, me moví un poco para que el hombre pasara, el tipo me empuja y me dice que mi bolso le molesta, me irrite tanto que le respondí "mínimo pide permiso viejo hueon, ahora si te molesta andar apretado ándate en taxi" el viejo me respondió algo que no entendí por lo que lo mande a la cresta y le dije que no estaba para hueveo del el, en eso se mete una mina a reclamar que porque trataba así a ese pobre anciano, el cual podría ser mi padre y yo también llegaría a esa edad, le dije que se callara y que no se metiera, la cabeza me zumbaba solo quería llegar a la próxima estación y la mina seguía gritando que no tenia educación y abusaba de un pobre anciano. para rematarla un par de flaites empezaron a increparme e insultarme y la maldita muela seguía con su tortura era como que gozaba con lo que pasaba, le grite a la mina que acaso por que el hombre era viejo tenia e derecho de empujarme y ser prepotente y yo tenia que quedarme callado, pero la imbécil no entendía razones y seguía con sus gritos como para que los demás se hicieran participe del hecho, por un momento sentí que toda la gente vagón me miraba con desprecio mientras los flaites me ofrecían combos, pensé en golpearlos, total mas dolor del que ya tenia no iban a poder darme, y la muela seguía con su festín, opte por quedarme callado y mirar el suelo y seguir concentrándome en el dolor. Por fin llegue a la estación donde bajaba, la mina continuaba con sus insultos, mientras los flaites de acercaban al viejo para robarle algo supongo, raudamente baje del carro sin mirar atrás ni responder nada, asumí que esa batalla la había perdido.
Corrí mas rápido que forest Gump hacia la consulta, por suerte me hicieron pasar enseguida me senté y la dentista me pregunto que cual era la pieza que me dolía, la señale como quien señala al culpable de un asesinato, esa, esa es la maldita que me a torturado toda la noche. Me anestesiaron y por fin el dolor paso, empezó a perforarla y a romperla, ahora el que gozaba era yo, a veces la maldita dolía un poco como dando señales de que todavía vivía, pero ya no dolió mas, seguía allí donde siempre estuvo, pero ya no podría hacer de las suyas porque le habían extirpado su núcleo sádico y perverso y en su lugar pusieron una insípida pasta blanca.
Estamos listos respondió la doctora, se puede ir. Salí radiante, contento, ya no importaba el viejo, la mina ni los flaites, como dije fue una batalla que perdí, pero esta otra la gane yo, a esta maldita muela.

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